La vida social y las labores diarias del paciente
pueden resultar afectadas sin un tratamiento, porque el trastorno se asocia a
la depresión. EL INFORMADOR / ARCHIVO
- Es fundamental detectar de manera oportuna
el padecimiento, a fin de que el tratamiento tenga efectos positivos
- Entre uno y cinco de cada 100 mexicanos padece esta enfermedad neuro-psiquiátrica.
CIUDAD DE
MÉXICO (29/MAY/2016).- Con la aplicación correcta de los tratamientos
farmacológico y psiquiátrico, 99.9 por ciento de los pacientes con trastorno
obsesivo compulsivo pueden recuperarse de manera total, aseguró Alberto López
Díaz, jefe de Psiquiatría Comunitaria del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino
Álvarez.
En un comunicado, el especialista indicó que entre 1.5 y cinco por ciento de la población mexicana tiene ese padecimiento, un trastorno neuro-psiquiátrico causado sobre todo por factores genéticos, aunque, también influyen en su desarrollo aspectos como la educación y las experiencias traumatizantes.
Detalló que suele manifestarse en dos etapas de la vida; la primera es en la niñez, de los 10 a los 15 años de edad, y la segunda ocurre durante la adultez, de 20 a 25 años.
El experto destacó que es fundamental detectar de manera oportuna este padecimiento, a fin de que el tratamiento pertinente tenga efectos positivos en la salud del paciente.
Por ello, expuso que es necesario mantenerse alerta sobre las señales de alarma y precisó que la sintomatología obedece a preocupaciones, miedos excesivos y conductas compulsivas en respuesta a ello, así como incapacidad para realizar actividades cotidianas.
Sin el tratamiento oportuno, abundó, la vida social y las labores diarias del paciente pueden resultar afectadas e, incluso, poner en riesgo su vida porque este trastorno está asociado con depresión, lo que en múltiples ocasiones provoca el suicidio.
López Díaz destacó que varía de acuerdo con la gravedad del trastorno, pero de manera general son utilizados fármacos que disminuyen la ansiedad y depresión del enfermo.
Además, argumentó, los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo reciben terapia cognitivo-conductual para ayudarlos a enfrentar sus miedos.
El mal puede prevenirse si las personas buscan ayuda de manera oportuna, llevan un estilo de vida sano y evitan relaciones sociales y familiares disfuncionales, violencia y presiones.
En un comunicado, el especialista indicó que entre 1.5 y cinco por ciento de la población mexicana tiene ese padecimiento, un trastorno neuro-psiquiátrico causado sobre todo por factores genéticos, aunque, también influyen en su desarrollo aspectos como la educación y las experiencias traumatizantes.
Detalló que suele manifestarse en dos etapas de la vida; la primera es en la niñez, de los 10 a los 15 años de edad, y la segunda ocurre durante la adultez, de 20 a 25 años.
El experto destacó que es fundamental detectar de manera oportuna este padecimiento, a fin de que el tratamiento pertinente tenga efectos positivos en la salud del paciente.
Por ello, expuso que es necesario mantenerse alerta sobre las señales de alarma y precisó que la sintomatología obedece a preocupaciones, miedos excesivos y conductas compulsivas en respuesta a ello, así como incapacidad para realizar actividades cotidianas.
Sin el tratamiento oportuno, abundó, la vida social y las labores diarias del paciente pueden resultar afectadas e, incluso, poner en riesgo su vida porque este trastorno está asociado con depresión, lo que en múltiples ocasiones provoca el suicidio.
López Díaz destacó que varía de acuerdo con la gravedad del trastorno, pero de manera general son utilizados fármacos que disminuyen la ansiedad y depresión del enfermo.
Además, argumentó, los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo reciben terapia cognitivo-conductual para ayudarlos a enfrentar sus miedos.
El mal puede prevenirse si las personas buscan ayuda de manera oportuna, llevan un estilo de vida sano y evitan relaciones sociales y familiares disfuncionales, violencia y presiones.
Nota: El Informador